Mitos alimentarios

  Los mitos alimentarios son creencias populares a las que la mayoría de las personas consideran verdaderas, sin embargo, muchos carecen de fundamento científico, ya que se asocian características y cualidades que no poseen. Crecemos junto a estas creencias y se arraigan a nuestro estilo de vida, a través de las personas que nos rodean (familia, amigos, vecinos...), y muchas veces tienen el origen en publicaciones de distintos medios de comunicación (revistas, televisión, radio…). Estos mitos alimentarios no solo tienden a confundirnos sino que pueden influir de forma negativa en nuestros hábitos alimentarios. Por ello vamos a comentar algunos de los ejemplos más conocidos y veremos lo que tienen de real o lo que no.

- Beber agua durante las comidas engorda: El agua es un alimento acalórico, es decir, sus nutrientes no proporcionan energía. Por lo tanto no engorda si se toma antes, durante o después de las comidas. Beber agua antes de las comidas puede producir sensación de saciedad, así pues se recomienda en dietas de adelgazamiento.

- Hay alimentos que adelgazan: Todo alimento aporta calorías, así que ninguno hace perder peso. Existe la posibilidad de tomar alimentos “light”, que son aquellos a los que se le ha reducido o eliminado alguno de sus componentes calóricos. Esto significa que contienen menos calorías (un 30% como mínimo) que la versión no light del mismo alimento en cuestión. Consumir alimentos light puede contribuir al seguimiento de una dieta en situaciones especiales, pero se trata de alimentos que también tienen calorías y que, por lo tanto, no debemos abusar de ellos.

- Tomar fruta antes de la comida adelgaza: Una fruta aporta las mismas calorías antes o después de las comidas, por lo tanto el orden en que se ingieren los alimentos a lo largo del día no influye en el aporte energético. La ventaja de consumirlo antes de las comidas es que gracias su contenido en fibra y agua producen un efecto saciante.

- Los alimentos que llevan grasas vegetales son más sanos: Muchos productos indican en sus etiquetas que contienen “grasas o aceites vegetales”, lo que puede llegar a confundir al consumidor porque se asocian con grasas que tienen un beneficio para la salud. En la mayoría de los casos contienen grasas saturadas procedentes del aceite de coco y de palma y que son perjudiciales para la salud cardiovascular, ya que tienen la capacidad de aumentar los niveles de colesterol sanguíneo.

- Necesitamos tomar suplementos de vitaminas y minerales para cubrir nuestras necesidades nutricionales: Generalmente, la cantidad de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita es muy pequeña, por lo que a partir de una dieta variada y equilibrada podemos satisfacer nuestros requerimientos tanto de vitaminas como de minerales. Sólo se recomienda el consumo de suplementos de vitaminas y minerales bajo control médico.

- Saltarse comidas ayuda a adelgazar: Saltarse una comida es un mal hábito. Los especialistas aconsejan realizar 5 tomas diarias, lo que ayuda a no llegar con excesiva hambre y ansiedad a la siguiente comida. De esta forma nos ayuda a controlar la ingesta de grandes cantidades de comida y evitar el aumento de peso. Por lo tanto se recomienda realizar cinco tomas diarias (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena).

- Los productos integrales no engordan: Las harinas y cereales integrales tienen prácticamente las mismas calorías que los productos refinados. La diferencia está en que los productos integrales tienen mayor contenido de fibra y minerales. Los alimentos integrales, por su contenido de fibra, poseen un poder saciante (lo que evita comer más cantidad de otros alimentos) y previenen el estreñimiento.

- Los conservantes de latas y botes son cancerígenos: Sin los conservantes, la cadena alimentaria no sería tan segura como lo es en la actualidad.
Cuando un conservante va precedido de la letra E, no quiere decir que sea dañino, sino que se ha autorizado su uso, por no presentar riesgos para la salud.

- Tomar lentejas nos proporciona buena fuente de hierro: Las lentejas son ricas en hierro, pero se trata de un tipo de hierro de difícil absorción por el organismo. Para mejorar el aprovechamiento de este mineral se deben acompañar las lentejas de alimentos ricos en vitamina C. El hierro que mejor absorbe nuestro cuerpo es el presente en alimentos de origen animal (vísceras, carnes, pescados y marisco).

  Existen multitud de mitos alimentarios, pero lo realmente importante es no dejarnos llevar por todo aquello que oímos, y aprendamos a diferenciar lo que tienen de verdad o lo que no.

  Se recomienda seguir una alimentación variada, tratando de ingerir todos los días alimentos de todos los grupos, respetar cinco comidas al día, moderar el consumo de comida rápida, desechar la idea de alimentos buenos y malos, evitar picar entre comidas, beber suficiente agua y realizar 30 minutos al día de ejercicio físico.

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