Las grasas o también llamados lípidos son imprescindibles para la vida, siempre que se incluyan en la dieta en la cantidad y calidad adecuada para cada persona. Desempeñan importantes funciones en el organismo tales como: ser fuente de energía, de ácidos grasos esenciales, ser vehículo de vitaminas liposolubles y forma parte de las estructuras celulares.
Tipos de grasas: buenas y no tan buenas
El grupo de las grasas es muy grande, existiendo algunas beneficiosas para el organismo, como los ácidos grasos insaturados, dentro de los cuales encontramos los monoinsaturados (aceite de oliva, aceitunas, aguacate) y los poliinsaturados (omega 3 y 6, presentes en el pescado azul, aceite de girasol, maíz y soja, frutos secos). Y luego está el grupo de los ácidos grasos saturados, que son perjudiciales para la salud, si se consumen en exceso, al incrementar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, aumentando así el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
En España, el consumo medio actual de grasas saturadas es del 12.1% de kilocalorías totales por persona y día, estando por encima de las recomendaciones generales de salud.
Los gobiernos ponen medidas
En los últimos años se ha observado como los hábitos dietéticos de la población española y, en general del mundo, han cambiado de forma negativa para la salud. Por este motivo, algunos gobiernos han decidido intervenir. En el caso de Dinamarca, Finlandia o Francia, han optado por crear un impuesto para los alimentos menos saludables (o también llamados “basura”), y otros países como Estados Unidos, Irlanda o Perú se están planteando reacciones similares. Pero todas estas acciones crean opiniones de todo tipo: ¿es el camino para concienciar a la población hacia hábitos saludables?, ¿está fomentado sobre todo para recaudar dinero?, ¿es mejor reducir el precio de los alimentos saludables?... Hoy por hoy, el Gobierno español no se plantea encarecer los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal, pero… ¿debería hacerlo?
En la sociedad occidental actual, uno de los nutrientes que más alarma social genera es la grasa. Es necesaria, en cierta medida, para el correcto funcionamiento del organismo, pero no todos los tipos son iguales.
Cuando una persona comienza a hacer una dieta, está rodeada continuamente de tentaciones, pero con esfuerzo y sacrificio, la recompensa vale la pena.
Por fin podemos hacer un viaje! Aunque tener diabetes no incapacita para evadirte de tu rutina, sí que tienes que tener presente algunos aspectos para que disfrutes del viaje sin complicaciones.