Viajar con diabetes

Viajar con diabetes

  No hay motivo para no viajar si se tiene diabetes, pero al ser una condición crónica en la que hay que controlar los niveles de glucosa en sangre todos los días, se deben tomar ciertas precauciones a la hora de planificar y preparar el viaje.
  Normalmente, cuando nos vamos de viaje se producen cambios en los horarios (de sueño, de comidas…), en las actividades que realizamos, en las comidas que tomamos, en nuestros sentimientos (sueño, expectación, euforia…) y en el tiempo (subidas o bajadas de temperaturas a las que no estamos acostumbrados), lo que nos obligará a hacer controles glucémicos más frecuentes para adecuar la dosis de insulina y adaptarla a la nueva situación.

 

¿Qué necesitas para controlar estar controlado?
  Es imprescindible llevar a mano todo el material necesario para el autoanálisis de nuestros niveles y la administración de insulina.   Generalmente se puede transportar en una pequeña caja o estuche adecuado, que lo hace más manejable.
  En cuanto a la medicación es mejor llevar el doble de la cantidad habitual por si hubiese cualquier contratiempo. Es ideal tener una copia de la receta médica para las insulinas, bolígrafos, bomba de insulina… Si viajas al extranjero, lleva la receta en castellano e inglés.

 

Llévatelo contigo
- Lleva siempre caramelos en el bolsillo.
- Incorpora algún tentempié, aunque una comida esté programada, si existe algún cambio imprevisto, podrás comer aquello que lleves contigo (fruta, frutos secos...)
- Es recomendable que lleves una identificación de que tienes diabetes y, si te administras insulina, es recomendable que añadas la leyenda “insulinodependiente”.
- Infórmate de lo que ofrece el seguro médico en el extranjero. Si realizas un viaje dentro de la Unión Europea puedes solicitar la tarjeta sanitaria europea.
- Se aconseja llevar medicamentos para situaciones especiales como diarrea, náuseas, dolor de cabeza, resfriado… acompañados de su receta.
- Añade a la maleta otro medidor de glucosa que utilice las mismas tiras por si el tuyo se estropea o se pierde.
- Asegúrate de que las personas con las que viajas saben que tienes diabetes y conocen los síntomas.

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