Durante la infancia, la nutrición es esencial para asegurar el crecimiento y mantener la salud, pero, además, se trata de un periodo que ofrece importantes oportunidades para consolidar hábitos alimentarios saludables que persistirán a lo largo de la vida.
Los hábitos alimentarios y los estilos de vida se adquieren en los primeros años de vida y se modifican muy poco en los años posteriores, de forma que los hábitos alimentarios de las personas mayores son prácticamente iguales a los adquiridos en la primera etapa de la vida y tienen, por tanto, un impacto importante en el estado de salud a largo plazo.
El reto actual es la prevención desde la infancia de enfermedades comunes y potencialmente letales en la edad adulta (ateroesclerosis, hipertensión, diabetes, obesidad y cáncer).
Situación alimentaria de los niños en España
La sobreproducción resulta el gran problema, lo que conlleva una creciente preocupación por la alimentación, no en cuanto a la cantidad, sino a la calidad de los alimentos ingeridos:
- Los niños abusan de productos cárnicos, derivados lácteos, bebidas dulces (refrescos, zumos), alimentos industriales (bollería, pastelería…), muy ricos en grasas vegetales poco saludables (coco, palma) y grasas hidrogenadas.
- Hay un escaso consumo de frutas, verduras, pan y de alimentos que contienen grasas saludables (frutos secos, pescado azul).
Además, entre la población infanto-juvenil existe una serie de hábitos alimentarios poco saludables, como son: saltarse comidas, picotear entre horas, realizar desayunos incompletos, abusar de comida rápida, comer sólo y rápidamente casi sin masticar…
Todo ello se ha relacionado con desequilibrios nutricionales en la infancia y problemas asociados a los mismos, como la obesidad.
Obesidad infantil
Es una de las enfermedades de más prevalencia en la actualidad y con mayor relación con la alimentación.
El exceso de peso (representado por el sobrepeso y la obesidad), es hoy el 5º riesgo de mortalidad a escala mundial (según la OMS).
En España, los datos más recientes indican que el 45,2% de la población de 6 a 10 años tiene exceso de peso (26,1% sobrepeso y 19,1% obesidad).
La obesidad en la infancia y la adolescencia se relaciona con un mayor riesgo de padecerla también en la vida adulta, además de padecer también enfermedades asociadas a la misma (colesterol alto, hipertensión, diabetes tipo 2…)
Iniciar el hábito de un desayuno completo
En la edad infantil el desayuno se considera una de las comidas más importantes del día, con repercusiones sobre el estado de salud, ya que si no se desayuna adecuadamente, resulta difícil cubrir todas las necesidades nutritivas diarias con el resto de las ingestas.
El consumo regular de un desayuno equilibrado se ha relacionado con mejoras en el rendimiento escolar (tanto a nivel físico como intelectual).
Sin embargo, muchos niños españoles asisten al colegio con un desayuno insuficiente o incluso en ayunas. Se ha relacionado también esta situación con el riesgo de obesidad.
En la sociedad occidental actual, uno de los nutrientes que más alarma social genera es la grasa. Es necesaria, en cierta medida, para el correcto funcionamiento del organismo, pero no todos los tipos son iguales.
Cuando una persona comienza a hacer una dieta, está rodeada continuamente de tentaciones, pero con esfuerzo y sacrificio, la recompensa vale la pena.
Por fin podemos hacer un viaje! Aunque tener diabetes no incapacita para evadirte de tu rutina, sí que tienes que tener presente algunos aspectos para que disfrutes del viaje sin complicaciones.